lunes, 19 de mayo de 2008

LA EUCARISTIA. ¿DIOS QUE VIENE A NOSOTROS O NOSOTROS QUE VAMOS A EL?


Dios sabe que el hombre se afana por el alimento. Su primera preocupación es asegurarse para mañana porque sino come deja de vivir. El hombre no tiene en sí mismo la vida y necesita sacar constantemente lo que lo mantiene, por eso Dios al pensar en la Vida del hombre la quiso presentar en forma de alimento, de comida de pan.

§ El maná en el desierto (Ex 16,1-36).

¿Qué comerán en el desierto? Es entonces cuando ante una plegaria de Moisés, Dios hace un milagro: Una sustancia misteriosa cae del cielo cada mañana, los hebreos recogen este alimento celestial en cantidad suficiente para cada día y para cada familia porque era imposible y estaba prohibido guardar para el otro día. El maná no cesará de caer hasta que el pueblo elegido haya entrado en la tierra prometida que por sí misma producirá el alimento necesario.

§ El pan ofrecido por el ángel al Profeta Elías (I Re 19,1 - 8).

Elías recibió de Dios una dura misión: resistir ante el rey Acab. Desalentado, agotado, huye y se duerme a la sombra de un arbusto. Le despertó un ángel y le dijo levántate porque te queda todavía mucho camino y le mostró un pan cocido y una vasija de agua. Reconfortado por este alimento venido de cielo Elías reemprende la marcha y anda cuarenta días hasta el monte Horeb.
Cristo mismo, al anunciar el don de la Eucaristía dijo que el maná era figura de ella. El pan traído del cielo y ofrecido al Profeta agotado por el cansancio representa también la Eucaristía porque ella nos da fuerza cuando estamos abatidos.

§ La multiplicación de los panes (Jn 6,1-13).

Una multitud enorme sigue a Jesús hasta una gran llanura en la que no hay nada para alimentar a tanta gente. Sin embargo Jesús dice: tengo compasión de esa muchedumbre porque hace tres días que me siguen y no tienen nada para comer. Si les mando a su casa sin alimento, desfallecerán en el camino.

§ El Cuerpo de Cristo Pan de Vida

El Hijo de Dios al venir entre nosotros se hace pan que da la vida. “Yo soy el pan de la vida” (Jn 6,47). “Yo soy el pan vivo, bajado del cielo” (Jn 6,51). Por eso dicen los judíos danos siempre ese pan.

El Señor viene en la Eucaristía. Nosotros pueblo suyo somos convocados, congregados, llamados, invitados al banquete “Tomad y comed todos de él” “Dichosos los invitados a esta cena”. Celebramos la Eucaristía mientras esperamos la gloriosa venida de Nuestro Señor Jesucristo. (Plegaria Eucarística 3). “Maranatha” (Icor 16,22). “Ven Señor Jesús” (Ap 22,20). Que tu gracia venga y que este mundo pase.

No hay comentarios: