viernes, 2 de octubre de 2009

PROVINCIA NUESTRA SEÑORA DEL CISNE

En el corazón de María Reina, desde el fondo de mi alma doy gracias a Dios emocionada llena de gratitud por la inmensa misericordia y los incomparables designios de Dios en ese itinerario de visitas veloces pero intensas con el gozo de su fraternidad, ricas en generosidad y bendición.

¡Qué hermosos los Sagrarios de Nazaret! ¡Qué bellas las obras de la Provincia! “Recuerdo los tiempos antiguos, medito las acciones del Señor y considero la obra de sus manos”.

En un tiempo lo escuché “El trigo amontonado se pudre” y fuimos enviadas, 8 hermanas: María Elvinia Rodríguez Alfonso, Isabel López Mendoza, Trinidad Albarracín Orozco, Luz Dary García Calle Lucy Pico Ramírez, Graciela Cruz Lozano, Blanca Elvia Nieves Orduña y Gloria Isabel Huérfano Pérez. La Congregación por primera vez fuera del país, comienza la internacionalización y la difusión del carisma traspasando las fronteras “Escucha, hija, mira: Olvida tu pueblo y la casa paterna”. En otro lo viví, el Señor me permitió ser parte de esa historia de amor, 16 años de siembra y más adelante 5 meses con otra implantación, el Noviciado. En este, lo he visto, en el tiempo de su realización.

En efecto, todo lo que ahora se cumple había sido no hay duda, profetizado, con esa gran sensibilidad a la voz de Dios y amplia visión de nuestra Madre Fundadora y el impulso generoso del Padre Enrique Alberto Higuera Barrera O.P. como testamento de su vida en Nazareth que dio coraje a la Hna. María Amparo Pulido, Superiora General, para lanzarse a lo desconocido hasta entonces con todos los riesgos pero también con profundas esperanzas. Escucha y mira: Primero escucha lo que no ves, luego verás lo que escuchaste. “Lo que habíamos oído lo hemos visto”.

Contemplo la heredad del Señor, la Congregación en crecimiento, el carisma Congregacional ya difundido y sólido en la Provincia. ¡32 años! ¡Parece un sueño! Caminaré entre vosotros y seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. De ti Señor, viene la salvación y la bendición para tu pueblo” (sal 3).

En cada Sagrario de Nazareth es la Congregación entera. Aquí es donde hemos oído y visto. El nos ha prometido la unidad y no podrá ser destruida. Esta Congregación Dios la ha fundado para siempre. “No permitas Señor que nuestros pies den un paso en falso”. Tómanos de la mano y condúcenos firmemente, todos los días de nuestra vida, por el camino de la sabiduría y de la eternidad (Sal, 139).

El primero de Agosto en el Santuario Nuestra Señora del Cisne al amanecer con tantos peregrinos en el Rosario de aurora, la eucaristía que fue suspendida por un momento después de la homilía para permitir el ingreso solemne de los priostes de las fiestas que venían desde Cuenca según lo anunció el celebrante, entraron cadenciosamente por el centro de la basílica como imagino los pastores de Belén con una gran sencillez, humidad, gran devoción, alegría y profunda piedad, sentí conmoverse mis entrañas hasta querer derramar tantas lágrimas que quedaron contenidas sintiendo la ternura infinita de Dios y el cumplimiento visible de aquellas palabras: Lo recordarán y volverán al Señor hasta de los confines del orbe; en su presencia se postrarán las familias de los pueblos.

Esa es nuestra vida, parten los peregrinos desde tantos puntos cardinales y avanzan y avanzan y atraviesan áridos valles que al paso de la peregrinación milagrosamente se transforman en verdes oasis, “como si una lluvia temprana los cubriera de bendiciones”. Siguen avanzando los peregrinos y en la medida que avanzan, de baluarte en baluarte, de altura en altura, van aumentando sus fuerzas interiores hasta dar finalmente con la vista en el monte Sión y con sus pies en la explanada del santuario, y así dar alcance a su sueño dorado: ver a Dios. Ver a la Reina y Madre.

Ya en el interior del templo con fervientes plegarias y colmados sus anhelos, después de haber saboreado la delicia de estar bajo la sombra fresca del Señor y como dicen ellos de mamita Virgen cae de su peso que "más vale un solo día en tus atrios que mil días por ahí afuera". "Prefiero ser portero/a de la casa de mi Dios que nadar en las diversiones de los mundanos”.

¡Cuánto testimonio vivo! Para los que confían, el Señor es sol, escudo, gracia y gloria. “¡Dichosos, pues, todos los hombres y mujeres que confiamos en Ti!” (Cf. Sal, 84).

Toda nuestra vida peregrina, nuestra existencia, hasta nuestro viaje a la casa del Padre. Cristo será principio, Centro, Meta. Ninguna entretención aparte o retarde nuestro camino, Consagradas por siempre y para siempre. ¡Mi corazón y mis entrañas danzan y brincan y vibran por mi Dios, el Dios de mi vida!" «Una cosa pido al Señor, y eso buscaré: habitar en la casa del Señor por todos los días de mi vida».

Formación

Como bien sabemos la formación es de todos los días, es así, cada día es una nueva oportunidad para formarnos, por eso, debemos ver el tiempo como un talento que Dios nos da y del que debemos dar cuentas. Cada día significa un paso adelante para alcanzar el ideal y desaprovecharlo es retroceder respecto a ese ideal. Cada día aunque parece que somos las mismas, somos diferentes, más santas, más humildes, más caritativas, etc.

Lo he visto asombrosamente, todo me parece que fue ayer pero cuando miro a cada una veo la obra maravillosa de Dios. Aquellas niñas pequeñas, alegría del pueblo ¡Qué lindas! Sin preocupaciones con un mundo maravilloso ante sus ojos todo por descubrir, sin deseos de hacer mal a nadie, con albura de alma, abiertas al misterio con gran sencillez y tremenda humildad por eso el Señor fijó sus ojos en ellas y las eligió por esposas y hoy… convertidas en fieles discípulas de Cristo, consagradas a El en homenaje a su vida oculta en Nazareth y en el Sagrario.

¡Cuánto bien! Una Provincia joven sostenida por pilares vivos que han permanecido en fidelidad desde el comienzo. Gracias a las hermanas que esparcen el buen olor de Cristo.

¡Qué bellas las flores de la vida que adornan el hogar de Nazareth! dulces las flores de la vida que engalanan la Congregación bendecida, dulces las flores de la vida compartida en fraternidad; dulces las flores de la vida de las aspirantes que acogidas cariñosamente se abren a la vida Consagrada en Nazareth, dulces las flores de la vida cuando de la comunidad la lámpara iluminan la noche; dulces las flores de la vida cuando con el verano llega la estación florida. Dulces las flores de la vida, que la nieve del invierno mata y dulces son las flores a las que la primavera devuelve sus colores.

Queridas hijas y hermanas la formación personal no tiene sólo un valor individual. Nos formamos para formar a los demás. La personalidad de quien forma, debe estar llena de dignidad, de sobriedad, una verdadera esposa de Cristo. Delante de ella debe haber un ambiente de respeto y veneración.

Pastoral Vocacional

Es hora de empeñarse en serio en el ejercicio de la maternidad, engendrar y fortalecer la Vida de la Provincia. La comunidad, que toma conciencia de ser llamada, al mismo tiempo es consciente de que a su vez debe llamar continuamente. De este modo se prolonga en ella la manifestación del misterio del Padre que llama, del Hijo que envía, del Espíritu Santo que consagra.

A través del anuncio del Evangelio, de la celebración de la Eucaristía y demás sacramentos, de la oración y del servicio de la caridad, que constituyen su testimonio de vida, la Congregación manifiesta su fecunda maternidad. “La vida engendra vida” (Doc. de la Iglesia 90, 13).

“La vida engendra vida. Como un terreno demuestra la riqueza de la propia linfa vital con la lozanía y frondosidad de la mies que en él se desarrolla, así una comunidad local prueba su vigor y madurez con la floración de las vocaciones que en ella logra producirse” (Cf. Juan Pablo II, Homilía 1981-05-10).

Ustedes fueron engendradas en buen vigor ¿Cómo quieren hoy hacer su vida fecunda? ¿Cómo están dispuestas a engendrar la vida?

Proyectos

Pongo en las manos de Dios sus anhelos y esperanzas que nos llenan de alegría.

¡Sigan siendo bendecidas por la misericordia de Dios!

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