domingo, 12 de septiembre de 2010

Una flor se marchita, una lágrima se seca, pero una oración se eleva al cielo y permanece en el Corazón de Nuestro Señor"


Con esta sencilla frase del grande de Hipona, doy gracias al creador por la vida de la hermana Anaïs, mas el le dio la vida, él la tomo como el cegador al trigo, dichosa ella que en su alma celestial encanto al Dios del amor, y ella respondiendo al amor del amado se entrego en sus brazos para siempre. Qué grande es el amor de Dios, para quienes lo anteponen a la vida, por amor se hizo el mundo, y en ese amor laborioso de las manos del altísimo se moldeo al hombre ,para que adorne la gracia de Dios, como adornan los lirios del valle los bellos campos que contemplan y se olean de amor por su m misericordia.

Qué gozo infinito debe sentir la congregación en este instante donde el amor une a la Madre con sus hijas, y el fuego del mismo corta las distancias, como rayo de luz que cubre la faz de la tierra, anunciando la nueva de la resurrección, que universo de gracia, que bondad tan excelsa del padre, que nos toma en sus manos, para hacernos pétalos de sus guirnaldas, que adornan la corona de gloria.

Hoy más que nunca las hijas Nazarenas del altísimo deben pregonarle el amor al amado; con tal entereza y provocación divina y disposición de alma, para decirles con suave mirada y tierra palabra, aquí estamos señor, a cual de nosotras quieres ahora. Dejarse mirar de Dios es la alternativa que nuestra de su misericordia el alma, es el canto a la vida nueva que se llama eternidad, mas gozosa es la eternidad que nos da la vida nueva sin espera, y da gusto, como delicia de majar, que nos nutre con el pan del cielo, para sellar n nuestro pacto de amor.

Se que la distancia entrelaza el corazón, y como la madre busca al hijo, así usted anima a sus hijas, solo el amor de la madre corta la distancia entre la cruz y calvario, entre el cielo y la tierra, como las flores al sagrario, engalana su fragancia. Así la vida de la hermana Anaïs vive para siempre.

A todos los amigos y amigas de la Eucaristía, los invito a orar por la Madre Gloria Isabel, por su consejo general, por cada una de las provincias, que terminan de nombrar sus gobiernos. Madre Gloria y Congregación nosotros desde nuestra humilde Fundación Haremos del "mundo un Sagrario abierto, para que Jesús sea amado venerado y reparado en todos los confines de la tierra" y ente Sagrario de cada instante de n nuestra existencia llevaremos a nuestro amado sus intenciones.
P. Yecitty carreño

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